Las elastografía utiliza vibraciones de baja frecuencia durante un ultrasonido o una RMN para medir la rigidez (o elasticidad) de órganos adentro del cuerpo. Es particularmente útil para detectar la presencia y la gravedad de enfermedades del hígado.
La evaluación de la elasticidad de las alteraciones patológicas mediante la palpación y el tacto tiene unos mil años de antigüedad. El hecho de que los órganos enfermos tales como la próstata o el hígado son más o menos firmes de lo que se considera normal y que, por ejemplo, un nódulo en la mama es “duro”, es de conocimiento tradicional en el campo de la medicina.
Hoy en día, las opciones para evaluar y medir características mecánicas de un órgano, como la elasticidad, incluyen la elastografía por ultrasonido o por resonancia magnética, las cuales pueden complementar imágenes convencionales, como por ejemplo en el diagnóstico de la fibrosis hepática. La elastografía por ultrasonido ofrece varias ventajas, por ser un procedimiento clínicamente fácil, disponible, de bajo costo, rápido y no invasivo.
La Elastografía es una técnica que complementa el ultrasonido, dándonos datos sobre la consistencia de los tejidos más allá de solo verlos. No emite radiación, lo que la hace muy segura y nos ayuda a diferenciar cáncer de otras patologías. Yo recomiendo a todos mis pacientes que cuando hay algún dato raro en el ultrasonido se realicen una electrografía, este estudio también nos ayuda a decidir cuándo y el punto exacto donde está indicado tomar una biopsia. Si tienes dudas sobre tus ultrasonidos o mastografías, contáctanos para agendar una cita.